¿Es posible la amistad Real entre personas heterosexuales de distinto sexo?

Hoy me dispongo a filosofar sobre esta cuestión. Muchos (sobretodo ellas) pensarán que es totalmente posible y que se tienen casos propios o muy cercanos. Otros tantos serán aquellos relativistas que me ponen tan de los nervios que tienen como palabra comodín un "depende". joder!! mójate ni que sea por una sola vez!! por último estarán los que creen que eso es más que difícil, por no decir imposible. sospecho que el primer y tercer grupo están formados por mujeres y hombres en su mayoría, respectivamente.

¿Y, por qué esta última reflexión? Para responder a esta pregunta, primero daré y argumentaré mi opinión basada en mis estudios inter-personales y los de casos alrededor. Como buen miembro del género masculino, jamás negaré que es posible tener amistad con una chica, pero creo prácticamente imposible que dos personas heterosexuales de diferente sexo mantengan una relación de amistad entendida como "pura". Este concepto se refiere a que no haya ningún tipo de interferencia de índole sexual entre ellos, por ninguna de las partes y sea una relación que responde exclusivamente a una conexión fraternal al 100%. OJO! entendiendo como fraternal, amistosa, sin tensión sexual, como propia de dos hermanos.

En mis conversaciones con diferentes personas del mismo/diferente sexo, algunas amistades, otras no, siempre encuentro una constante en relación a la amistad heterosexual que hace que tenga que decantarme por pensar que la pureza de la fraternidad no es posible: esta constante es que siempre habrá una de las dos partes (si no ambas) que SÍ que sentirán una fuerte atracción sexual hacia la otra persona. 

¿Cómo es posible entonces explicar una amistad pura cuando siempre habrá, como mínimo, un 50% de la pareja que si pudiera se comería con patatas a su compi? Aquí sí voy a ser relativista y diré que todo depende de las circunstancias de cada caso. En su mayoría, se suele esconder la realidad "sexual" por miedo a romper el vínculo de amistad, o por no plantear abiertamente la posibilidad de tener una amistad con sexo incluida, pues esto suele dar lugar a equívocos y "enganche emocional". Las diferencias hormonales y educacionales entre mujeres y hombres también nos llevan a poder darle explicación a este fenómeno, a grandes rasgos.

Las mujeres de generaciones anteriores a 1985 tienen una educación y unos esquemas mentales muy orientados a valorar y centrarse más en lo emocional que en lo físico o racional, a diferencia de los hombres, mucho más visuales y buscadores de sensaciones e inmediatez en los sistemas de refuerzo de la conducta. Las diferencias hormonales también tienen su parte de culpa en explicar este aspecto. 

Estas diferencias explican la manera de afrontar una "tensión" sexual, explícita o encubierta. Así como el género masculino está mucho más receptivo a las relaciones sexuales esporádicas y "sin compromiso" (no entro a valorar si la antropología explica esto o no, en otro post lo valoraremos adecuadamente), las mujeres se centran más en las relaciones emocionales (no hablo de enamorarse, ojo!!!). Esto explica que una mujer pueda tener con mucha más facilidad una relación fraternal por el aporte de seguridad, confidencialidad, dotar de consejos, desahogo de problemas y traumas, que un hombre, ya que este último tenderá a fijarse más en los aspectos más carnales que en los emocionales. Este hecho daría respuesta a la primera afirmación que hago sobre la diferencia de opiniones entre hombres y mujeres.

En el caso de existir una tensión por ambas partes, el hombre siempre estará más abierto a dar un paso más pues lo "emocional" no pesará tanto, mientras que una chica puede que tenga miedo de "engancharse" si da este paso... o desvirtuar los límites de la relación. Es por ello que el grado de represión hacia la sexualidad siempre tendrá más fuerza en el lado femenino de la cuestión.

Recapitulando: los hombres siempre atenderán mucho más fácilmente al lado carnal que una mujer, por un lado. Así, con una mínima atracción por parte del lado masculino,unida a un feeling fraternal, es muy fácil que la amistad deje de ser "pura". Por otro lado, en caso de existir cierta "tensión" de ella hacia él, para una mujer es mucho más gratificante el aporte emocional y fraternal que el riesgo que supone pasar a un plano en el que el sexo tiene cabida pues se puede llegar a confundir los límites de la relación. Encontramos pues que existirá cierta atracción por parte de ella, pero es posible que los mecanismos de defensa inconscientes actúen para negar esta atracción.

Muchas de las personas que lean el artículo seguirán pensando que tienen un amig@ que no encaja en la explicación y es la excepción. En este punto, me gustaría introducir diferentes modalidades de amistad que no son realmente así, sino que son relaciones puramente interesadas sin base realmente afectiva. Existen varios paradigmas de relaciones interesadas, dos de los principales paradigmas serían por ejemplo los siguientes:

El Pagafantas o Amigo Gay - Uno de los paradigmas de amistad interesada más conocidos sería el "pagafantismo". El pagafantismo se da cuando una de las partes (A) se interesa de una manera carnal y/o emocional por la otra (B), mientras que (B), probablemente consciente, se aprovecha de este echo para obtener un beneficio ya sea económico, afectivo de "amigo gay", de paño de lágrimas o asimilados. En las relaciones donde hay pagafantismo, el pagafantas (A) rara vez llega a obtener lo que desea, pero la otra parte (B) sabe generar cierta falsa expectativa para que la persona no pierda el interés. Como decía, este tipo de relaciones que se dan con mucha más frecuencia de la que nos pensamos, no sería amistad real. Esto explica muchas de las "amistades" que se consideran "puras" pero ni son puras ni son amistades. Son personas que están por mero interés. Es por eso que cuando (B) se enamora, deja de "jugar" con (A), o viceversa. Esto, señor@s, no es amistad en ninguna medida, por lo tanto, no vale.

El Efecto Faubert - Otro paradigma de amistad interesada sería el Efecto Faubert, donde alguien que lleva aferrado a su pareja desde tierna edad (adolescencia) se ve de repente solter@ y sin amig@s para ir de caza (en el caso de ellos) o a recolectar (en el de ellas). En este caso, veremos a alguien que muestra mucha motivación por introducirse en el mundo del cortejo, con muy buena actitud, pero que en el fondo, está buscando hipotecarse de nuevo a marchas forzadas, ya que es su estatus natural. Como esta persona no tendrá amig@s, recurrirá a compañer@s de trabajo, antiguos compis de colegio, algún prim@ (y no lo digo en el sentido despectivo) de similar edad, etc. Se pegará como una lapa y mostrará muchísima motivación por hacer cosas, aunque cuando se rasca, se comprueba que es una persona destruida interiormente y que no tiene capacidad para estar sola. En la mayoría de casos en que se da el Efecto Faubert, la persona suele desaparecer sin dejar rastro una vez encuentra una pareja nuevamente...que suele ser alguien en la misma situación.

Por tanto, si hacemos un análisis de todas nuestras amistades de sexo opuesto y encajamos a las amistades interesadas en el cajón que les pertoca y nos quedamos solo con las amistades que consideramos "auténticas" y somos realmente sinceros con nosotros mismos, daremos con la solución y veremos la luz...

Todo esto encaja... pero entiendo que este texto tiene, como mínimo, un cabo suelto que todavía no he explicado: ¿por qué tiene que haber, forzosamente, alguien que sienta atracción por el otro siempre?

Para explicar esto aclararé una cosa, que haya tensión o atracción no significa que no se pueda sobrellevar o reprimir... obviamente no existiría entonces nadie que fuera amigo de una persona del sexo opuesto. Quiero recalcar que el hecho que pueda haber tensión no implica que no se pueda llevar una relación de amistad... simplemente que puede desembocar en sexo o amor.

Aclarado este punto la explicación es muy fácil de entender. En primer lugar, para llegar a tener amistad real y no interesada, debe existir un punto de atracción (sexual o de otro tipo, pero atracción al fin y al cabo) hacia la otra persona para construir dicha relación. Si a este feeling le sumamos cierta dosis de cariño, estaremos muy cerca de obtener un cóctel muy potente.

Luego está el punto de atracción física. Si no te atrae alguien de entrada físicamente, eso no implica que en el lado contrario no exista esa atracción. Alguien que de entrada no te hace gracia físicamente pero que admiras, quieres, tienes confianza, ¿no le ves más guapo con el tiempo? El amor propio puede transformar la percepción, incluso física hacia ese individuo. Está claro, que aun así, muchas personas no se sentirá atraídas por ese amigo o amiga... pero reitero que el problema es que no se está en la cabeza del otro... y es altamente improbable que ninguno de los dos tenga ese punto de atracción. Precisamente, esa atracción, ese feeling será el pegamento que mantenga esa amistad en pie en muchos casos.

Por último, como siempre, existe otro punto que se repite en cada faceta de la vida y que nombraremos mucho en La Factoría del Morbo. Este punto no es más que el gap que existe entre lo que se dice y lo que se piensa realmente. No solamente me refiero a lo que se dice públicamente, sino a las explicaciones que las personas nos dibujamos en nuestra mente para tener "coherencia interna" con nuestros valores y moral. Así, muchas veces la propia represión anulará la percepción de atracción sexual por miedo a implicarnos emocionalmente, a cagarla o al rechazo del otro.

Parte de este blog está orientado a desmontar y destapar estas falsas certezas... esperamos que con este pequeño artículo de investigación, se arroje luz sobre una cuestión que genera siempre mucho debate.